La Epidemia del Culto al Cuerpo
Los trastornos de la conducta alimentaria se han ido conociendo en las dos últimas décadas. Se trata de una obsesión moderna por la perfección del cuerpo, es la nueva «epidemia del culto al cuerpo».
Esta plaga de la búsqueda de la perfección tiene distintas formas de manifestarse y algunas de ellas difieren notablemente entre sí. Hay trastornos de tipo alimentario como la Anorexia y la Bulimia nerviosas, que vienen de la mano de la denominada «cultura de la delgadez».
Estos trastornos comparten varios síntomas en común, desear una imagen corporal perfecta y distorsionar la realidad frente al espejo. Esto ocurre porqué en las últimas décadas, ser físicamente perfecto se ha convertido en uno de los objetivos principales de las sociedades desarrolladas. Es una meta impuesta por nuevos modelos de vida en los que el aspecto parece ser el único sinónimo válido de éxito, felicidad e incluso salud.
Es importante entender que esta cultura y valores enfocados en la apariencia física pueden dar a lugar, y dan, a mitos. Creencias extendidas a lo largo de la población por las que se juzgan y se etiqueta.
Mitos Fundamentales en los Trastornos de la Conducta de Alimentación
1. Los trastornos de alimentación y problemas de imagen es tema de mujeres.
Los hombres, a menudo, tienen problemas con la comida y con su imagen también. Ellos también tiene Anorexia, Bulimia, Vigorexia, Obesidad, etc. Cada vez el porcentaje va siendo mayor según qué patología. Actualmente tanto a hombres como a mujeres se nos dice cómo debemos estar físicamente. Hombre y mujeres somos víctimas del sistema patriarcal en el que estamos sumidos.
2. Las niñas aprenden la feminidad de sus madres.
Tradicionalmente, se ha destacado la importancia de identificarse con el padre del mismo sexo durante la adolescencia. Esto es una simplificación excesiva. Las niñas también aprenden feminidad cuando ven a su padre interactuar con las mujeres, en la forma en qué habla de las mujeres, qué es lo que destaca o resalta y qué es lo que critica. La forma en que un padre trata a las mujeres, y especialmente a la madre, define los sentimientos de la niña sobre cómo ser una mujer y qué tipo de mujer ser.
3. Las chicas necesitan más a su madre que a su padre en la adolescencia.
Este es un error particularmente grave. Los padres desempeñan un papel muy especial ayudando a sus hijas a pasar de la infancia al mundo de los adultos. A menudo, sin embargo, los padres se sienten incómodos con la madurez física de sus hijas y con la intimidad emocional con ellas. También ocurre que tienen dificultades para encontrar intereses similares y, por tanto, se distancian. Esto, a veces, induce trastornos alimentarios: se quiere volver a ser la «niñita de su papá», se pretende ser más masculina o atractiva para ganar su confianza. De lo que no cabe la menor duda es que las mujeres adolescentes necesitan experiencias positivas con los hombres mientras se aproximan a la edad adulta, para evitar las dudas sobre si mismas y la subsiguiente tristeza.
4. El papel del padre es el de proveer a su familia.
En el pasado, se desarrollaron papeles sociales divididos por sexos: el padre realizaba el trabajo económico, y la madre el emocional; surgiendo así roles de género. Esto ya no es así, pero aún se intenta meter a los hombres en estas viejas concepciones. El papel del padre es mucho más importante que «traer el pan a casa». La presencia o ausencia del padre nunca deja de tener consecuencias.
5. El TCA afecta sólo a chicas jóvenes.
Los trastornos de la conducta alimentaria afectan a edades de todo tipo. Hay muchas mujeres y hombres que lo desarrollan en la niñez tardía o en la adolescencia, sin embargo hay otro gran porcentaje que se desarrolla entre los 25-35 años, por no hablar de las personas que lo tienen de forma crónica a lo largo de toda su vida.
6. Estas chicas jóvenes son “tontitas” obsesionadas con su imagen corporal.
Esta creencia es muy habitual en los propios padres de las personas que lo padecen, en los novios y en amigos. Creen que son tonterías que ya se pasará u obsesiones superficiales con las que (sin intención) se causa mucho sufrimiento ya que se les acusa de ser superficiales y tontas.
A diferencia de esta creencia, la inteligencia de muchas de estas personas que sufren TCAs es alta, suelen destacar en el desempeño de muchas actividades y tienen una sensibilidad especial hacia el sufrimiento de los demás.
7. El problema de sobrepeso está porque se quiere.
Este mito es grave. El sobrepeso puede estar por multitud de motivos: genéticos, hormonales, problemas emocionales, etc.
8. El TCA se puede resolver simplemente con fuerza de voluntad.
Mito que causa mucha culpa en las chicas, mujeres y hombre que padecen tanto anorexia, como obesidad, trastorno por atracón y otros trastornos, en general, mentales. Es importantísimo que se entienda y se integre que son trastornos mentales, son dolencias mentales y que engloba muchísimos aspectos de nuestro funcionamiento y que nada tiene que ver con la voluntad o ausencia de ésta. Es exactamente igual que si a una persona con muy, muy bajos recursos económicos, sociales, familiares, sanitarios, se le dice: con fuerza de voluntad puedes tener mucho dinero. La fuerza de voluntad no lo es todo ni es suficiente.
NO ES GRAVE, ES SÓLO COMIDA
9. No es tan grave, es solo comida.
Es la tercera causa de enfermedad crónica en adolescentes, afectando especialmente a las mujeres, y lo que es más grave, es la enfermedad mental con mayor mortalidad en la adolescencia, en muchos casos por suicidio. (Datos de 11/01/2019)
10. Los TCA son del sXXI
Los trastornos de la conducta alimentaria están desde hace mucho más tiempo, ya a la emperatriz Sisi se creía tiempo después, que lo que padecía era anorexia. También en la aristocracia se cree que la bulimia y la anorexia ya estaba instaurada.
Un estudio en curso en Minnesota ha encontrado que la incidencia (nuevos casos) de anorexia ha aumentado durante los últimos 50 años solamente en mujeres de 15 a 24 años. La incidencia ha permanecido estable en otras edades y en hombres. (Lucas et al., 1999).
Un análisis de muchos estudios de Europa y América del Norte demostró que las tazas de anorexia tuvieron un gran aumento hasta los 1970s. Las tasas de bulimia aumentaron durante los 1980s e inicios de los 1990s (Smink, van Hoeken, & van Hoek, 2012).
En el SXXI ha habido un desarrollo de otros trastornos de la conducta alimentaria.
Es importante que los profesionales, familiares, parejas tengan en cuenta estos mitos extendidos en nuestra sociedad, porque son falsos y generan mucha confusión, culpa y soledad agravando los síntomas.
Blanca Ruiz Múzquiz