Las dificultades por las que pasan las personas que sufren, afectan de manera directa a sus seres queridos y en especial, a sus parejas, ya que viven de cerca el problema.
Los trastornos de la conducta alimentaria afectan a todos los planos:
¿Te sientes frustrado?, ¿Sientes que dices lo opuesto a lo que se necesita?, ¿te cuesta ver?
- cognitivo
- emocional
- afectivo-sexual
- físico
- fisiológico
¿Cómo se vive el trastorno, siendo la pareja?
Para las parejas, que lo viven desde fuera, en multitud de ocasiones es muy frustrante porque no entienden lo que está pasando y sin voluntad alguna de hacer daño, lo hacen.
En su forma de intentar dar explicación pueden culpabilizar, minimizar lo que pasa, enfadarse con la persona por no »querer salir de ahí», hacerles sentir egoísta porque están pensando sólo en ellos, en su malestar por querer solucionar el problema.
Las parejas no saben cómo ayudar, no saben dónde colocarse con respecto al trastorno; no saben qué tienen que decir y qué no y esto les provoca sufirimiento; un dolor que llevan en la mayoría de casos en soledad y en ocasiones aislamiento de tu red social ya que no lo hablan en su entorno por no ser desleales a su pareja.
Muy Importante
Es muy importante para ambos miembros de la pareja, cónyuge o novia/o, la cual no porta los síntomas, también tenga su espacio para poder deshagorse, encontrar herramientas, obtener respuestas a posibles dudas y poder tener un tiempo que se dedique sólo a él o a ella.
Las parejas pueden ser un factor de protección inmenso para los pacientes identificados si están bien orientados y tienen herramientas para lidiar, gestionar y resolver posibles problemas que aparezcan.
Si tu pareja tiene un trastorno de la conducta alimentaria o crees que lo tiene y necesitas hablar de ello, encontrar respuestas o tener tu propio espacio, ponte en contacto conmigo.