¿Por qué no quiero ir a trabajar?
A día de hoy muchas personas se despiertan, teniendo trabajo, y no quieren ir a trabajar. Cada vez esto es más común, ¿por qué?, ¿ha pasado algo?, ¿somos tan diferentes a nuestros abuelos?.
Cuando hay necesidad, cualquier trabajo que se tenga se agradece, sea mejor o peor, lo esencial es poder tener comida, un techo y algo de ropa. Cuando las necesidades más básicas son cubiertas si tenemos una cierta seguridad, un entorno social más o menos decente, el ser humano quiere el reconocimiento en aquellas actividades y entornos a los que pertenece.
El lugar de trabajo es un espacio en el cual queremos ser reconocidos por los demás y por nosotros mismos; tener éxito, logros; obtener el respeto y confianza de nuestros compañeros y nuestros superiores. Dedicamos un tercio de nuestro tiempo total al trabajo, pasamos muchas horas sentados en esa silla enfrente del ordenador, detrás de la barra del bar, al otro lado del mostrador, limpiando espacios durante todo el día y otros tantos ejemplos que podríamos dar. Para nosotros es importante que el trabajo que desempeñemos lo consideremos decente y es aquí donde hay complicaciones si no lo vemos de esa forma.
¿qué es tener un TRABAJO DECENTE?
Conseguir un trabajo decente es una aspiración común en tiempos de incertidumbre, y las instituciones, conscientes de que los empleos precarios son perjudiciales para los trabajadores y la productividad defienden mejorar esta situación.
En 2015 desde las Naciones Unidas (193 países) se contempló que la promoción de un trabajo decente debía ser un objetivo a desarrollar e implementar, sin embargo la realidad dista de la dicha voluntad.
5 FACTORES CLAVE PARA TENER UN TRABAJO DECENTE
1. SALARIO SUFICIENTE
Recibir un salario suficiente para cubrir las necesidades básicas tales como: alimentación, alquiler, agua, luz, algo de ocio y tener una mínima capacidad de ahorro para un posible futuro inestable.
2. SEGURIDAD
Los trabajos que requieren contratos temporales, de sustitución, de renovación cada poco tiempo provoca el descontento de los empleados. Estar constantemente en un estado de incertidumbre provoca una mala calidad de trabajo, baja salud psicológica y una baja calidad en el ambiente laboral.
3. VACACIONES Y BAJAS POR ENFERMEDAD
De una forma, está ligado al anterior punto de seguridad. Es necesario que exista la oportunidad de tener vacaciones pagadas y bajas por enfermedad. Si el trabajador no puede optar a vacaciones pagadas, es posible que nunca las coja haciendo mella en su salud psicológica y en última instancia en su productividad.
4. ENTORNO LABORAL SALUDABLE
No se trata solo de que existan medidas suficientes de protección si el empleo incluye riesgos físicos, sino que se tenga muy en cuenta los aspectos psicosociales. Existen muchos testimonios en los cuales los trabajadores expresan malestar con sus compañeros y/o jefes, situaciones de mobbing, llantos, un elevado ambiente de competitividad, presión y ningún reconocimiento sobre el trabajo desempeñado. Siempre enfocado a lo que no hiciste bien, lo que te faltó por lograr en vez de a reconocer lo que sí se logró.
5. SENTIR APOYO POR PARTE DE LA EMPRESA
Incluye aspectos como que el jefe sea agradecido cuando se realiza un buen trabajo, que comprenda las necesidades personales, tanto en el puesto de trabajo como en la vida privada de sus empleados, que emane respeto, que sepa reconocer el esfuerzo y que sepa comunicar lo que precisa. Esto es bastante poco frecuente.
¿ Y sí…?
Cuando varios de estos factores están en niveles bajos o incluso no se tienen, la motivación del empleado va descendiendo poco a poco en el tiempo hasta, en muchas situaciones, llegar a niveles de ansiedad crónica, burnout (del que hablaremos en un post más adelante), estados depresivos, enfermedades psicosomáticas, bajas médicas y en última instancia, quien puede permitírselo, bajas voluntarias.
Bien es cierto, que sin ser algo mayoritario, hay países como Finlandia, Países Bajos o Dinamarca, que como sociedad están enfocándose en mejorar la calidad de vida laboral de su población. Parece que tienen muy en cuenta qué es lo que afecta para mal a los empleados y además son países que valoran mucho el tiempo personal y familiar buscando así, una sintonía entre ambas esferas, mejorando así la productividad del país.
Blanca Ruiz Múzquiz